Inspirado en la gama cromática de las diferentes etapas de la floración del cerezo Yves Rocher ampliaba su gama de esmaltes Couleurs Nature de cara al verano.

Lo hacía con cuatro nuevos tonos: Rose Cocktail, Sienne, Cerise Noir y Doré, con un acabado ligeramente metalizado que simula los reflejos del sol sobre las cerezas.

Dos de los tonos me parecen muy apropiados para el otoño que se acerca. Los podéis ver a continuación.

Sienne es un tono chocolate/amarronado oscuro de acabado cremoso.

Su consistencia es muy buena, se desliza prácticamente sólo por la uña y se seca muy rápido.

Con una capa es bastante cubriente pero no queda uniforme, con dos capas es opaco pero se ve más amarronado (con una se ve un chocolate más rojizo).

Cerise Noir es un tono cereza oscuro, muy intenso, igual que el de las picotas que parecen casi negras.

Su consistencia y aplicación es igual de buena que Sienne. Los dos son tonos muy intensos y altamente pigmentados (por lo que es conveniente usar una base).

Con una capa no queda opaco, pero se ve un tono más fucsia, o cereza. Con dos se oscurece y la opacidad es total, puede parecer negro en ocasiones pero si recibe luz se perciben los reflejos.

Ambos esmaltes son excepcionales, se adhieren muy bien a la uña por lo que asientan una buena base para la segunda capa sin necesidad de aplicar nada más. Tienen además un brillo intenso sin necesidad de top coat.

Su pincel no es menos impresionante, es fino y pequeño, redondeado. Yo no estoy acostumbrada a éste tipo de pinceles, siempre he dicho que prefiero más aplanados y ovalados pero la verdad es que se hace muy fácil dibujar la curva de la uña y retocar pequeños detalles, como el borde de las uñas, con un pincel como éste.

He probado los esmaltes con base (por su alta pigmentación) pero no con top coat y me han durado unos 4/5 días intactos. Lo cual es bastante decente diría, con algún pequeño retoque podrían durar una semana, pero pierden brillo.

Cada envase contiene 5.5ml y su precio (en la web) es de 4.5€.