Para el verano, con el calor (o el calorazo) parece que lo único que me apetece en las uñas son colores muy vivos y llamativos, que me refresquen con sólo mirarlos.

El fucsia es mi color favorito, ese que nunca me cansa, pero dudaba si pintarme las uñas fucsias, naranjas o amarillas y luego pensé ¿y combinarlos? no sabía muy bien como hacerlo al ser los tres colores tan llamativos, luego se me ocurrió ésta técnica, que es como el water marble pero sin tener que usar agua, ni vasito, ni pringarse los dedos.

Lo hice por primera vez con turquesa y plata aquí, luego con tonos morados aquí y lo repetí con rojo y blanco aquí.

Para empezar apliqué una base, dado que los colores son muy pigmentados y que éste nail art se hace directamente sobre la uña os recomiendo no saltaros éste paso.

Apliqué como tono base el 23 Candy Pink de Deborah Milano, una rosa chicle que os enseñaré en breve. Normalmente lo ideal es escoger un color que sirva de transición con los otros tonos o que combine individualmente con ellos.

Utilicé además el 88 Vanilla Pudding, el 85 Pink Toxic y el 10 Coral Flash todos de Deborah Milano. Para mezclarlos apliqué una gota de cada esmalte en las uñas, incluido el 23 Candy Pink y los mezclé, rápidamente, con la ayuda de un palillo antes que se secaran.

Para dar un acabado más brillante y unificar la superficie apliqué una capa del Quick Dry Top Coat de Deborah Milano.

¿Ya habéis probado ésta técnica? ¿cuáles son vuestros colores preferidos para el verano?